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MOVIMIENTO COMUNERO SOCIALISTA BOLIVARIANO
MSB Colombia
Dirección General
Comunicado de Prensa
Jueves 17 de Marzo de 2011
Día 26 Mes VI Año 99 Nueva Era
230 años de la Revolución de los Comuneros y José Antonio Galán
El MSBColombia continúa con la campaña de todos los miércoles en la
Plaza la Victoria de la Ciudad de Cúcuta. La Cátedra Abierta de ayer 16 de
marzo trató sobre los 230 años del inicio de la Revolución de los Comuneros
ocurrida en el hoy Departamento de Santander, municipios de Socorro, Simacota,
San Gil, Pinchote, Mogotes, Chima, Oiba, Barichara, Charalá, Onzaga y Confines.
El enfrentamiento entre las oligarquías criollas del Virreinato de la
Nueva Granada y el poder político de los españoles, se evidencia abiertamente
en una rebelión el 16 de Marzo de 1781; los criollos se ufanaban de sus
riquezas, mas no tenían acceso al poder político, dado que este derivaba de los
designios de la casa de los borbones en España. Sin embargo, la Monarquía
pierde autoridad en la gran base popular y los criollos buscan defender sus
fortunas y privilegios feudales.
A comienzos de 1780 se aplican nuevas reformas fiscales y se producen
las primeras manifestaciones de resistencia popular contra los nuevos tributos,
hubo motines, alborotos y protestas en Mogotes, Simacota, Barichara, Charalá, Onzaga
y Tunja.
El 16 de Marzo de 1781, siendo día de mercado en el Socorro las
autoridades fijaron en un edicto público los nuevos tributos denominados de
Armada y Barlovento que provocó la
reacción de la humilde mujer Manuela Beltrán, quien en compañía de exaltados pueblerinos, arrancó el aviso y lo rompió en pedazos. Hubo
asaltos, saqueos, persecución a funcionarios, insultos a los curas etc. Quedó registrado
en la historia este hecho como el inicio de la desobediencia a las autoridades
monárquicas, perdiéndose el respeto que los habitantes del Socorro y San Gil
tenían por justicias y autoridades reales, y en adelante no habrá freno que la
contenga.
La revolución se extendió al grito de ¡Viva el Rey y abajo el mal
gobierno!. Por su tamaño, se hizo necesario darle una dirección central y
adoptar objetivos de lucha común. Hubo varias reuniones en las que se llegaron
a acuerdos con representantes de los distintos pueblos y villas sublevadas. Por
orden del común se nombran los capitanes de la insurgencia a Juan Francisco
Berbeo, Salvador Plata, José Monsalve, Francisco Rosillo, Ramón Ramírez,
Antonio Molina y Manuel Ortiz. Estos se reorganizan y finalmente, por presiones
del pueblo toman la decisión de marchar a Santa fe de Bogotá para manifestar al
Virrey Flórez sus peticiones.
Luego de grandes sacrificios, habitantes de villas, aldeas y campos,
armados de palos, viejos fusiles o instrumentos de labranza, logran llegar
hasta la Ciudad de Zipaquirà a las
afueras de Bogotá, en una cantidad de por lo menos 10 mil personas.
Por múltiples presiones, en especial la del Arzobispo católico Antonio
Caballero y Góngora, se firma la capitulación el 8 de Junio de 1781 y los
líderes revolucionarios entregan el movimiento por unas promesas que nunca se
cumplieron.
José Antonio Galán, caudillo charaleño de vigorosa personalidad y
defensor acérrimo de la causa comunera es
enviado con un contingente a capturar al Fiscal-Visitador Gutiérrez de
Piñeres quien huía hacia Cartagena saliendo por el municipio de Honda. Galán
creía más en el triunfo de una Revolución Social. Uso como emblema que
condensaba sus aspiraciones y delineaba su conducta Revolucionaria la frase: «
¡Unión de los oprimidos contra los opresores!». En su campaña hacia el sur tuvo
éxitos en Facatativa, Villeta y Guaduas,
avanzando hasta el Valle del río Magdalena. A lo largo de su marcha, los
pueblos se levantan y grandes
conmociones anuncian el avance de la ruta libertadora del Movimiento Comunero.
Su fama se extiende por el resto del Tolima grande y Antioquia, luego que en el
Municipio Mariquita exclamara: ¡Se acabó la esclavitud!. Grandes conmociones
ocurren entre las comunidades indígenas y negras. Gritos de rebelión se oyen y
sueltas las cadenas de la esclavitud. El movimiento Comunero se extiende como
fuego en prados secos.
En medio de la vergonzosa claudicación y de general ignominia, la figura
solitaria de José Antonio Galán, se encumbra y en gesto de dignidad comunera
ocupa el puesto de los desertores que vendieron el Movimiento.
José Antonio Galán se niega aceptar la validez del Tratado de Zipaquirà,
el que consideró un simple expediente para engañar al pueblo comunero. Abandona
las regiones occidentales, y regresa a la provincia del Socorro, buscando
salvar La Revolución. Evadiendo el cerco de la real audiencia para capturarlo
consigue llegar a Mogotes; El 23 de Septiembre de 1781 escribe una carta al
Consejo de Capitanes en donde manifiesta su confusión por las amenazas recibidas y desconsuelo por
no recibir instrucciones oportunas de los comunes y anunciando la ruina y
aniquilación de los lideres por parte del régimen monárquico de los borbones.
Salvador Plata uno de los Capitanes revolucionarios, se encarga motu
propio contrarrestar las actividades del caudillo comunero, y busca
apresuradamente ponerlo preso. Al enterarse de que Galán regresó a la provincia del Socorro, Plata y sus
familiares, reclutaron y equiparon un grupo para capturarlo, en momentos en que
Galán se disponía librar la batalla por salvar la Revolución Comunera.
En las proximidades de Onzaga Salvador Plata y sus secuaces, atacan a José
Antonio Galán cayendo herido y capturado; cargado de cadenas lo remiten a
Santafé de Bogotá.
Galán es acusado y es procesado por traición y rebeldía, culpado de
amores incestuosos con su hermana, a todo lo cual agregó el Arzobispo Antonio
Caballero y Góngora, que « era hombre de oscurísimo nacimiento, exaltado por
desgracia suya y por una especie de fanatismo hasta el ridículo concepto de
jefe invulnerable». El juicio culminó con sentencia condenatoria de horrorosa
severidad la que atemorizó a los antiguos
jefes Comuneros. « Condenamos - decía el
fallo - a José Antonio Galán a que sea sacado de la cárcel, arrastrado y
llevado al lugar del suplicio donde sea puesto en la horca hasta que
naturalmente muera; que bajando se le corte la cabeza, se divida su cuerpo en
cuatro partes y pasado el resto por las llamas, para lo que se encenderá una
hoguera delante del patíbulo, su cabeza será conducida a Guaduas, teatro de sus
escandalosos insultos; la mano derecha puesta en la plaza del Socorro; la
izquierda en la Villa de San Gil; el pie derecho en Charalá y el pie izquierdo
en el lugar de Mogotes; declarada por infame su descendencia, ocupados todos
sus bien y aplicados al Real Fisco; asolada su casa y sembrada de sal, para que
de esta manera se dé al olvido su infame nombre... ».
Por no haber un verdugo hábil en ajusticiamiento por la horca, José
Antonio Galán no fue ahorcado sino fusilado, para luego ser descuartizado el 2
de febrero de 1782. Sus miembros fueron remitidos a los sitios ordenados.
En la Biblioteca Virtual, http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/historia/cseiii/cseiii01.htm,
Los grandes conflictos sociales y económicos de nuestra historia > LA
REVOLUCIÓN DE LOS COMUNEROS, encontramos lo siguiente: “Los magnates de la oligarquía criolla granadina, a diferencia de lo
que suele afirmar sólo motivos de satisfacción derivaron de la trágica muerte
de Galán. El libertador de los esclavos, el amigo de los indios y defensor de
los campesinos sin tierra, no era para ellos sino un "ladrón", un
"infame y rencoroso plebeyo" que se había atrevido a manchar, con
horrendos crímenes, un movimiento nobilísimo en el que no han debido
discutirse, según pensaban, sino las "libertades" de los grandes
señores del Reino, amenazadas por las demasías del Visitador Gutiérrez de
Piñeres.”
El Movimiento Comunero Socialista Bolivariano MSBColombia fundamenta su
accionar político en la Revolución de los Comuneros que dio origen a la figura
inmensa de José Antonio Galán como una verdadero prócer pre-independentista que
necesario es, unirlo a las grandes gestas del General Francisco de Miranda y el
Libertador Simón Bolívar, nacido 28 meses después de la Revolución Comunera.
El MSBColombia destaca que para la misma época del levantamiento
Comunero, Miranda, como Capitán del Regimiento de Aragón y Edecán del General
Juan Manuel Cajigal, acompaña las tropas españolas que refuerzan el sitio
puesto a la plaza de Pensacola, ocupada por los ingleses en la Florida
Occidental. Para ese entonces, Miranda ya soñaba con la Colombeia, que es la
concepción de una América unida (desde el Mississippi hasta Cabo de Hornos).
M.S.B. Colombia “Compromiso con la Humanidad”
Como
Trincado, Sandino y el Che, decimos:
Hasta la
Victoria….
SIEMPRE
MAS ALLA
Fraternalmente
David
Corredor Cuéllar
Director
General
MSBColombia
Calle 2 No. 7E – 17 Barrio
Quinta Oriental Tel. 5 77 04 32 FAX 5 75 34 36 Cel. 313 8 03 13 66
Cúcuta Colombia
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